Pero lo cierto es que lo que pagaremos en nuestra factura de la luz va tan ligado al precio kilovatio hora kWh como al consumo más o menos racional que hagamos de la electricidad en el hogar.
Y a este respecto tienen mucho que ver los consumos fantasma de electricidad ahora que llega el calor y, por lo tanto, habrá que tirar de aire acondicionado o ventilador en buena parte de España.
Qué es un consumo fantasma
Se trata de pequeños descuidos habituales con el efecto acumulativo, que se acaban convirtiendo en un sumidero de kilovatios hora consumidos. Son hábitos que tenemos de forma inconsciente y que, hora a hora, día a día, producen un gasto innecesario que en algunos caso puede ser importante.
Se define como “un tipo de consumo que realizamos en el hogar y que nos genera un gasto casi sin darnos cuenta”.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), en España cada hogar consume unos 300 kWh de electricidad al año, y entre el 7% y el 11% corresponden al consumo fantasma.

Los principales consumos fantasma en el hogar
Enumeramos los siguientes consumos fantasma en los hogares españoles:
1. El brazo del grifo en el centro
Suele ser normal en los grifos de brazo modulable a izquierda y derecha, para el agua caliente y la fría, que después de usar el agua caliente (brazo a la izquierda), dejemos el grifo en el centro o no totalmente a la derecha (agua fría).
Con ello, conseguimos una temperatura tibia e innecesaria, sobre todo en verano, que no nos permite percibir que estamos gastando agua caliente tontamente. Después de usar agua caliente, procuremos siempre dejar el brazo en el lado de la fría.
2. El ordenador en modo reposo
Un clásico que provoca que en muchas oficinas se pongan carteles ordenando que al terminar la jornada se apaguen todos los ordenadores hasta el día siguiente, ya que el modo reposo en que quedan cuando no se usan, tienen un consumo nada desdeñable.
Si en el trabajo los apagamos, ¿por qué no hacemos lo mismo en casa? Hagamos una prueba con nuestro portátil, si lo tenemos: carguémoslo, desconectémoslo de la alimentación y dejémoslo en modo reposo toda una noche. Para ello deberá quedar abierto, no plegado. Por la mañana, la cantidad de batería gastada nos hará tomar conciencia.
3. Ventanas mal selladas
Puede que las puertas y ventanas de nuestra casa no sean demasiado nuevas y, por tanto, la madera esté reseca y agrietada, o bien, si son de aluminio, las gomas estén desgastadas y hayan perdido flexibilidad.
Sustituir gomas, barnizar maderas y colocar tiras de espuma aislante puede ahorrarnos bastantes frigorías o calorías perdidas, en función de la época del año.
4. Las juntas de la nevera resecas
Al igual que en las ventanas, las juntas de la nevera, si esta es demasiado vieja -bastan 20 años- pueden ser un coladero de kilovatios hora. La razón es que unas juntas resecas aíslan muy mal y pierden frigorías a chorro, con lo que la nevera está en continuo estrés para reponerlas.
Es importante revisar las juntas y si las vemos poco flexibles, pedir que nos las cambien o mejor: buscar según el modelo alguien que nos las venda por internet y cambiarlas nosotros mismos.
También podremos detectar el mal funcionamiento de las gomas porque el frigorífico tendrá gotas de agua en su interior y en el congelador se formarán capas de hielo.
5. Los stand by encendidos
Los electrodomésticos que se quedan en stand by, con la lucecita verde para que podamos encenderlos siempre que queramos con el mando a distancia, son los reyes del consumo fantasma y pueden llegar a suponer hasta el 11% del gasto mensual.
En algunos casos es inevitable tenerlo activado, pero en otros es innecesario. Tal es el caso de cadenas de música, televisores y otros aparatos de ocio que podemos apagar totalmente cuando nos acostemos o salgamos de fin de semana.
Con los equipos de música pasa algo similar a lo que sucede con el ordenador portátil. El consumo ronda los 53 kWh y afectará a tus bolsillo en alrededor de 9 euros al año, de acuerdo con la citada compañía eléctrica.
Por su parte, la OCU ofrece unas tablas para calcular el gasto de cada electrodoméstico en stand by.
6. Los filtros del aire acondicionado sucios
Si los filtros del aire no se han limpiado jamás, puede que acumulen unas capas de polvo considerables que obliguen a que el aire trabaje más de lo deseado para ser eficaz en su tarea de climatizar la casa. Por lo tanto, es preceptivo cada año extraerlos y limpiarlos, es uno de los preceptos de la puesta a punto del aire.
Se pueden someter, con cuidado, a la aspiradora, o bien limpiar con agua y jabón o vinagre blanco, pero en este último caso deberemos esperar a que se sequen completamente antes de volver a colocarlos.
7. Los radiadores no purgados
Un clásico del consumo fantasma de invierno es el radiador que no se purga de aire y, por tanto, pierde eficacia de una manera creciente, pues el agua caliente no puede cubrir toda la superficie.
Como consecuencia, la caldera tiene que trabajar extra, proporcionalmente a la superficie que ocupa el aire para ofrecer el calor que le pide el termostato.
Cómo evitar el consumo fantasma
Se proponen las siguientes estrategias:
- Etiquetado: el etiquetado energético de los electrodomésticos nos informa acerca de sus prestaciones y de todas las características de su funcionamiento, también de su consumo en reposo. Escojamos siempre la mejor eficiencia energética.
- Temporizadores: instalar temporizadores en nuestros aparatos electrónicos nos permitirá que se apaguen solos a la hora que queramos.
- Regletas: conectar un grupo de electrodomésticos a una misma regleta puede ser muy útil para conseguir el ahorro de energía, ya que podremos apagarlos todos a la vez cuando no se estén utilizando.
- Regletas con eliminador de stand by: las hay con un pequeño receptor que podemos configurar para encender y apagar la regleta con alguna tecla del mando a distancia de nuestro televisor de tal forma que, al apagar el televisor, apagamos todos los periféricos que tengamos asociados (barras de sonido, mini cadenas, videoconsolas…), y luego al encenderlo se vuelven a activar los periféricos.
- Modo vacaciones: si vamos a estar fuera del piso durante un tiempo prolongado, es aconsejable desenchufar todos los electrodomésticos salvo la nevera u otros que debamos mantener.
- Medidor: instalar un medidor de electricidad en cada equipo es una buena fórmula para averiguar cuál es el consumo que realiza cada uno de los aparatos eléctricos del hogar.