ahorrar luz en verano

Descubre cómo ahorrar electricidad en verano

 

En la época estival se puede reducir considerablemente la factura de la luz. Ser un poco previsor y aplicar pequeños gestos permiten ahorrar hasta un 20 % de energía en el domicilio habitual

 

La subida de la luz a las puertas del verano ha pillado desprevenido a todo el mundo, aunque siguiendo unos pasos es posible ahorrar en la factura de la luz. Hay que tener en cuenta que el consumo del aire acondicionado, sumado a otros electrodomésticos, puede encarecer el precio de la luz en las franjas más caras.

Una de las ventajas de tener contratada la electricidad con Feníe Energía es que tienes el mismo precio de energía durante un año desde el momento en el que firmas y se activa el contrato. Si está pensando en realizar el cambio de comercializadora, puede contactarnos para que realicemos una comparativa totalmente gratuita y conocer si conseguiría ahorro.

Algunas familias que hacen más vida en el hogar durante el día también se plantean la instalación de placas solares. Esta opción verde encaja perfectamente con los nuevos horarios, aunque es difícil de llevar a cabo en todas las viviendas, especialmente en los bloques de pisos.

Refrigeración del hogar e iluminación

En verano, es recomendable cerrar las ventanas durante el día y usar toldos y estores para evitar el calentamiento de la vivienda. Si la instalación aísla el hogar correctamente, podemos ahorrar hasta un 60% de electricidad, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Es por ello que el momento adecuado para ventilar es a primera hora por la mañana o cuando ya no hace calor por la noche. Esto permite refrescar la vivienda mientras dormimos y así ahorrar energía.

Es mucho mejor usar un ventilador de techo o de pie antes que hacer uso del aire acondicionado. El consumo de los aparatos de aire depende de la potencia y la temperatura a la que están configurados: no es recomendable bajar de los 24º. Por cada grado que disminuya, se incrementa la factura en un 8%.

Como en verano suele haber más horas de sol, el ahorro de mantener la iluminación apagada es importante. En caso de que la instalación lumínica sea led, también podemos ahorrar energía por la noche.

 

Los horarios de la luz y electrodomésticos que más consumen

Entre las 10 y las 14 horas de la mañana y las 18 y 22 horas por la tarde son las franjas horarias con la iluminación más cara. Si durante ese horario no estamos en la vivienda, es necesario que desconectemos de la corriente todos aquellos electrodomésticos que no estamos usando.

En caso de permanecer en el interior durante este tiempo, modera el consumo y evita el uso de electrodomésticos de gran consumo, como el televisor, el horno o la lavadora, este último considerado el tercer electrodoméstico que más consume, según datos del IDAE.

El frigorífico y el televisor son los dos aparatos que más energía consumen en el hogar. El primero se debe a que permanece todo el día consumiendo energía, mientras que el segundo fluctúa en función de su tecnología: los LED son los que menos consumen, seguidos de los LCD y, en última instancia, los de tubos catódicos.

Considera la etiqueta energética de los electrodomésticos antes de su adquisición, ya que el ahorro de energía a largo plazo puede ser considerable. Especialmente teniendo en cuenta que algunos de ellos pasan mucho tiempo conectados.

No hacer uso del stand by: Aunque no se usen, muchos dispositivos siguen consumiendo energía. Este ‘consumo fantasma’ puede elevar hasta 5 euros al mes el recibo de la luz. Apagar el ordenador, la televisión o el router del WiFi harán que la factura estival sea menor.

Desconectar el frigorífico: Apagar la nevera, vaciarla y dejarla con la puerta abierta es la mejor opción. Si aún así se quiere dejar encendida es conveniente ajustar el termostato y procurar que no esté tan frío.

Desenchufar el termo eléctrico si se cuenta con uno: Es imprescindible dejarlo apagado al no estar en casa ya que la necesidad de agua caliente es inexistente.

Apagar el cuadro eléctrico: Siempre que se pueda (si no hay alimentos en la nevera, no hay alarma en la casa, etc.), si se quiere asegurar que no haya gasto en la factura, lo mejor es apagarlo. Así se garantiza que ningún electrodoméstico o dispositivo está haciendo uso de la luz.

Seguir pequeños trucos: y mientras se permanece en casa durante los meses de más calor, instalar toldos y persianas, abrir las ventanas a primera hora de la mañana o tener plantas en las mismas ayudan a tener una casa mejor climatizada y, por tanto, con menor gasto energético.

 

Fuente:

Nius

IDAE

Elaboración propia

El Economista

El independiente

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